
Abandonando ya las paranoias mentales, poemas o intentos de ellos un poco pedantes, pajas mentales, amores afanosos a uno mismo, estudios y demás; esta noche me he dispuesto a aguantar, sin mucho éxito, ese gran debate de la televisión andaluza, Canal Sur para los menos entendidos, campaña electoral permanente de Chaves para los más.
Decía que esta noche he intentado no quedarme dormido, ya que avergonzado ya lo estaba, viendo Mejor lo hablamos.
La prostitución, y más que nada la abolición o la legalización, aunque más bien parecían dos conversaciones enfrentadas sobre temas distintos, gracias a mi amiga Pilar Rahola, sobre el proxenetismo y la honradez de vender un cuerpo por dinero, era el tema de esta noche.
La moderadora mal, muy mal, eso parecía Crónicas Marcianas en sus peores años, la prostituta, la representante de la asociación de prostitutas, y otra representante más de no se que, perdón por no recordar sus nombres, ya lo sabéis, THC, demasiado histéricas, demasiado inseguras, y desviándose del tema a tratar, el único que tenía las cosas algo claras era el periodista, de cuyo nombre no logro acordarme...
Pilar, hijamía, vale que sepas de todo, que te atrevas a hablar de todo, que te creas la voz de la razón en todo, pero hijamía, con perdón, tú que dices ser periodista, tú que escribes en un periódico de tirada nacional, por favor, da ejemplo, y haz uso de esa poca educación que sin duda debes de tener, dios, es que no te aguanto.
Ahora bien, ¿mi opinión?
¡Prostitución legal ya!
Menos trafico de personas, menos maltrato a las prostitutas y prostitutos, menos enfermedades, menos inseguridad para ellas y ellos, acceso a una seguridad social, a una cotización, a un trabajo digno, por muy mal visto que esté. En definitiva, ¿dónde está el problema?, los matrimonios, señoras no los rompen ellas, los rompes ustedes y sus maridos, si no estuvieran ellas ya se buscarían otra cosa, por dios, dejemos ya de maltratar el oficio más antiguo de la historia, el más sacrificado, y el peor visto.
Por ellas y por ellos, por que se lo merecen, yo me bajo los pantalones, y las pantalones.
Decía que esta noche he intentado no quedarme dormido, ya que avergonzado ya lo estaba, viendo Mejor lo hablamos.

La moderadora mal, muy mal, eso parecía Crónicas Marcianas en sus peores años, la prostituta, la representante de la asociación de prostitutas, y otra representante más de no se que, perdón por no recordar sus nombres, ya lo sabéis, THC, demasiado histéricas, demasiado inseguras, y desviándose del tema a tratar, el único que tenía las cosas algo claras era el periodista, de cuyo nombre no logro acordarme...
Pilar, hijamía, vale que sepas de todo, que te atrevas a hablar de todo, que te creas la voz de la razón en todo, pero hijamía, con perdón, tú que dices ser periodista, tú que escribes en un periódico de tirada nacional, por favor, da ejemplo, y haz uso de esa poca educación que sin duda debes de tener, dios, es que no te aguanto.
Ahora bien, ¿mi opinión?
¡Prostitución legal ya!

Por ellas y por ellos, por que se lo merecen, yo me bajo los pantalones, y las pantalones.
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