Al ver esta foto me doy cuenta de la realidad en la que se encuentra este mundo. Somos pocos los que disfrutamos de un avance tecnológico que nos permite vivir alejados de la fauna y la flora más salvaje. Pero ¿realmente es eso para lo que estamos hechos? Es decir, el hombre desde que existen las vacunas, la lejía, los trabajos en los que estás sentado, "las comodidades"; no hace más que debilitarse, cada vez hay más alergias, dolores de espalda y resfriados que no traen más consecuencias que una semana en la cama, y ni eso.
En esta fotografía, veo un superhombre, no como los atletas capaces de correr los cien metros en menos de diez segundos, no. Veo a un tipo duro, un superviviente, un cocodrilo dundee de verdad. Me lo imagino con su machete y su bastón, sus artes de pesca y caza, su capacidad para pasar el invierno y el verano a la intemperie, su rudeza, su vitalidad, su energía, su sabiduría ancestral, esa cultura no escrita, ese afán por comprender el mundo que le rodea.
Cuando miro esta foto veo a un verdadero ser humano, un ser más de la tierra, alguien que convive con su entorno sin destruirlo, sin explotarlo de sobremanera. Veo al verdadero homo sapiens-sapiens, y pienso que me gustaría verme a mi de esa manera, un verdadero sapiens, no esa versión afeminada y flojucha de sapiens de pacotilla en la que nos estamos convirtiendo.
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