FELIZ Y EBRIO MMVII, ¿O ERA SOBRIO?

Esta noche todas las familias, y lo que no son familias de España, bueno, los que tengan que trabajar tampoco, ni los que esten enfermos, ni los que celebren los años según el calendario cristiano, bueno en fin, que todos celebraremos el paso del 2006 al 2007, ufff, que alegría, un año más a pasado, se acaba una época y empieza otra.
Todo en décimas de segundo, por el clonk, de un reloj, despues de los cuartos, en los que mi abuela se comía siempre las uvas, después de doce campanadas, mientras todos nos ahogamos con esas uvas gordas, de piel dura y pepitas enormes.
Pero que mejor manera de celebrar el nuevo año que darle un fuerte beso, con la boca llena de zumo de uva y salpicando y empapando por todas partes, a tus parientes, amigos, desconocidos, etc.
Después todos calladitos para ver el primer anuncio del año, que seguro que será de CocaCola, para que engañarnos.
Un brindis más con las copas de champán, ah no perdón, cava, que este año a nadie se le ha ocurrido la estúpida idea de boicotear los productos catalanes, así los andaluces que vallan de vendimia a cataluña no sufriran la estupidez de algunos, y eso que el cava también se produce en la Comunidad Valenciana y creo que por Murcia.
Pues eso, que después de un buen brindis, unos turroncitos por aquí, otras copitas más por allá; todos para la calle, ¡ala!, por que qué mejor manera de celebrar el nuevo año, esos nuevos propósitos, este año voy al gimnasio, o me saco la carrera, o empieza tal cosa, o la de más alla; qué mejor manera que ir a celebrarlo a una nave industrial, o a un pub, o una discoteca, o una fiesta privada en el piso de algún pobrecillo, o a una macrofiesta; da igual, todas son iguales.
El suelo lleno de serrín para que nadie se resvale, no queremos accidentes, pero claro, según avanza la noche no es solo serrín, es una extraña mezcla entre cristales, serpentinas, y unas extranas bolsitas blancas.
Luego las bebidas, esas bebidas de marcas archiconocidas, que seguro que son originales, nada de garrafón.
Esos roperos hiperseguros, ¿a que nadie ha perdido nunca nada en el ropero?
Voy a intentar no hablar delas cestas de cotillón, pero es que parece que seestán riendo de ti, ni tampoco del típico Paquito el Chocolatero, etc, de música que oirás, ingenuo.
Total, que después de tomarte unas cuatro o cinco copas, no te da para más, las colas son eternas, de un asqueroso garrafón, con el que coges un buen pedo; pasan un par de bandejas, quizás tres para más de doscientas personas, cruasanes añejos de chocolate, algún que otro buñuelo, y alguna que otra tacita de chocolate.Y ala a la calle, que ya son las ocho de la mañana, eso tirando por lo alto.
Pero qué bonito, que bien, acabas andando por la calle, cruzandote con las familias madrugadoras, que llevan a sus niños a ver los belenes y los actos que preparan las ciudades para celebrar el nuevo año, y que no nos engañemos, van dirigidos a los ciudadanos de bien.
-¡Mama mama!, que ese hombre que está de rodillas se está muriendo por dentro.
-¡Calla niño no le mires!, que no se está muriendo, solo le está rezando al niño Jesús.
-Pués está bomitando mientras reza.
Cuanta sabiduría en los niños. Y tú como si nada, con tu copa de plástico vacía, con la corbata atada en la frente desde que llegaste al cotillón, la chaqueta con algún que otro pegote de la cena, los bajos del pantalón, ya no hablemos de los zapatos, llenos de dios sabe qué, y un andar un tanto titubeante, te diriges caminando a tu casa, que está a media hora larga, por que, no se sabe por qué, los taxis desaparecen en los momentos de mayor demanda.
Si cuando mañana te levantes te acuerdas de todo esto, y asientes con tu jaquecosa cabecita,
Felicidades, has empezado el 2007 con buen pie, aunque creo que yo también.
Feliz Año del Cerdo.